lunes, 21 de junio de 2010

Carta abierta al espacio en un día de solsticio.

Lo bonito de que alguien te guste, y de que tú le gustes, es dejárselo saber. No desbordar el vino del vaso, sino servir generosamente, con alegría. Sabiendo que beberemos, y que antes nos miraremos a los ojos para brindar y daremos un sorbo con cuerpo. La borrachera vendrá, con risas, con desnudez de piel y de mente y de entraña.


Sonrisas que se intercambian. Sonrisas honestas, fáciles, contagiosas. Clarividencia para distinguir el color del gris. El silencio lleno de bulla de alto volumen y texturas en la mente. El olor, el calor de la respiración, la mano tímida. La mano que vence la timidez. El pincel de mi memoria difuminando el recuerdo, desvaneciendo los contornos, dejando en evidencia lo brillante, lo importante, lo vital.

2 comentarios:

Noé Martínez dijo...
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Anónimo dijo...

Felicidades querida Diaria por hacernos ver y sentir que la Patria es nuestra gracias por hacernos pensar porque con tus inteligentes críticas me estoy haciendo cada vez más VISIBLE y gracias por ponernos a todos TODOS hombres y mujeres en nuestro sitio en NUESTRO espacio al cual las mujeres tenemos DERECHO a vivirlo y si no REIVINDICARLO pero cierto es que como muy bien nos subrayar en la doble critica intencionada de tus notas y artículos ya es tiempo de que LAS MUJERES dejemos de ser INVISIBLES podemos dirigir el curso de NUESTRA HISTORIA paso a paso p.ej. no yendo a votar o dejando a conciencia cierta de que ese comicio está manipulado nuestro querido por NOSOTRAS y DESEADO por los políticos nuestro voto EN BLANCO.

Con admiración y respeto por NOSOTRAS,
Luisa