miércoles, 30 de junio de 2010

No votar el domingo.

En vista de los hechos ocurridos en las últimas semanas me parece, querida diaria, que la decisión más inteligente que el ciudadano puede hacer el domingo 4 de julio es NO SALIR A VOTAR. ¿Por qué?

a) Puede ser peligroso. Sabemos que serán comicios vigilados por el ejército y las policías ante el clima sangriento que vive el país, del que ya nadie está a salvo. Sobra decir que ni el ejército ni las policías son una garantía de protección, sino al contrario.

b) Serán unas elecciones sucias y corruptas. Casi fársicas. Todo voto está condicionado por intereses mezquinos, ya sean ideológicos, alimentarios, económicos, narcóticos. Toda la intención política de las campañas está orientada a explotar la desesperanza de algunos y la ignorancia de otros. Estamos sobre aviso: el proceso está corrompido desde antes de suceder.

c) No importa quien gane. Todo seguirá igual o peor. Es la propia estructura institucional del país descompuesta, fétida, putrefacta y sanguinolienta la que opera. Ningún candidato está libre de la mierda. Ninguno. Se diferencian únicamente por la mayor o menor difusión de sus cochinadas. No existe un candidato ni un partido político con integridad.

Así que invito a todos a no votar, simplemente porque pocas veces ha sido tan evidente que votar en México es un despropósito. La pregunta es la de siempre: ¿Hasta cuándo?

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